¿Lo cierran con candado?

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Editorial, sabado 30 de julio de 2016.

EDITORIAL.- Si el intendente maragato pretendía encontrar días relajados por estos tiempos, deberá desestimar tales intenciones. A los cotidianos pedidos de los vecinos por el estado de las calles, la constante solicitud de audiencias y los conocidos reclamos gremiales, a la vuelta de La Plata (se fue a reunir con la gobernadora Vidal) deberá atender el pedido de reapertura de paritarias por parte del gremio mayoritario de los empleados municipales (Fesimubo).
Eso no conllevaría mayores problemas. Días más, días menos, el pedido llegaría y el encuentro no podría evitarse. Lo que hace avizorar un inconveniente es el contenido del pedido.
Fesimubo, que poco ruido ha hecho para que reincorporen a los trabajadores despedidos, anunció que le solicitará un 40% de incremento al salario básico y una suma fija de $4.000. La solicitud no es para la pauta salarial del año próximo, sino que el gremio exige este monto para los meses que quedan de este 2016.
A prima facie la demanda se presenta como difícil de concretar. No porque el incremento sea una abultada suma para el bolsillo del trabajador, ni que éste no lo merezca en medio de una escalada inflacionaria, sino por la inexistencia de un antecedente con dos incrementos anuales de tal porcentaje.
El mandamás maragato así lo entendió. Ni bien se enteró por los medios con qué panorama se iba a encontrar a la vuelta, no dudó en salir al cruce: “Si piden eso tengo que cerrar las puertas del municipio”, disparó.
La respuesta no se hizo esperar, y como acostumbran los actores políticos de Patagones, el cruce fue mediático. Declaraciones por acá, declaraciones por allá. “Es una falta de respeto que el intendente diga eso”, por un lado. “Es inviable el pedido” por el otro.
Hablemos de números. 50 fueron los millones de deuda que Curetti le dejó a Zara según los datos provistos por la actual gestión. 25 el porcentaje de incremento en coparticipación que por ahora registra el Municipio en este 2016. Entre 28 y 37% (dependiendo la categoría) el incremento otorgado a fines de marzo por el intendente Zara. 40% al básico y $4.000 de suma fija por única vez es lo que pide Fesimubo para los próximos 5 meses.
Inmersos en estas cifras la expresión del jefe comunal no parece tan alocada. Pero interviene otro factor a tener en cuenta en esta historia: El presupuesto del corriente año aún no está confeccionado.
Es decir, ese incremento al salario de los trabajadores de marzo, que superó lo que por entonces llegaba de coparticipación desde la provincia, se otorgó sin saber cuánto se disponía de fondos propios para inyectarle al salario de los trabajadores.
Con el correr de los meses, y sin registrar grandes incrementos en la coparticipación ni números claros ante la ausencia de presupuesto –se presentaría en la próxima sesión-, aparece esta nueva solicitud para abultar los sueldos de los empleados que ya no llegan a fin de mes.
Si nos remitimos a años anteriores, la pauta salarial anual nunca superó el 40%. De concretarse este pedido, los municipales maragatos percibirían un total de entre 68 y 77% en todo el 2016. Con estos datos en la mano, la expresión exagerada del intendente de “cerrar el municipio” empieza a cobrar más fuerza.
La ley de empleados municipales de la provincia de Buenos Aires (14.656), puesta en aplicación hace poco menos de un mes –había sido suspendida desde enero por la gobernadora María Eugenia Vidal- le da a Fesimubo el aval para poder sentarse en paritarias. Para ello, el concejo Deliberante deberá promulgarlo con carácter de ordenanza.
El diálogo existirá. Fesimubo llevará el lunes el listado de los 5 integrantes del gremio que tendrán facultad de negociar. El gobierno municipal podrá ofrecer igual número de representantes con el mismo fin.
Alrededor de la misma mesa se sentarán y negociarán. En el medio de nuevo los trabajadores municipales. Tal como aquellos que todavía mantienen la incertidumbre de no saber si seguirán. En el medio y aguardando conocer si recibirán algún porcentaje de aumento en lo que queda del año. El 40% parece imposible. Pero, ¿habrá aumento? ¿El Municipio podrá afrontar estos números o planea otros inferiores? ¿Responderá la Provincia o la Nación ante algún pedido de oxigeno por parte del Municipio? Lo cierto es que habrá paritarias, y allí deberán elegir cómo seguir. Elegir si continuar con un “Municipio de puertas abiertas” o directamente “cerrar el Municipio”.

Responsable editorial: Elias Rodriguez Araujo – Periodista Señales

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