De vacaciones

"Asociación de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses" cuenta la definición de la palabra Sindicato según la Real Academia Española. En Patagones, los que llevan sobre sus espaldas esta responsabilidad parecen haber entrado en receso invernal.

Hace 20 días, 9 trabajadores contratados oyeron lo que no querían oír. Se vieron fuera de sus trabajos, en sus casas con sus hijos. Compartiendo tiempo que antes no tenían, pero faltos de la dignidad que da levantarse todos los días para ganarse el pan.  Fue grande el impacto. ATE fue el primero en reaccionar. Plantó bandera, se puso un escudo y fue al campo de batalla. Hasta llenó el concejo deliberante, pero duró poco.

El mayoritario, Fesimubo, estuvo en reposo y tardó en reaccionar. Luego metió presión con un par de apariciones públicas. Nada. En esta historia, menor peso y responsabilidad llevan los dos restantes gremios.

Estas vacaciones de invierno parecen ser no sólo para algunos funcionarios que utilizaron días de sus licencias, dejando órdenes de no decir nada, sino también para quienes hoy cumplen un rol fundamental en la defensa de los trabajadores. Al menos una semana de silencio.

Lejos en el tiempo quedaron los acampes por reclamos salariales, las ruidosas y concurridas expresiones públicas fuera del Palacio Municipal por la merecida carrera hospitalaria -que nunca llegó-. 

Casi ni aparecen en el horizonte los megáfonos pidiendo por compañeros. Lejos quedaron las ocupaciones de espacios públicos en reclamo de mejoras en las condiciones de trabajo. Lejos, muy lejos.

Basta ejercitar la mente y hacer memoria para recordar que por mucho menos el año pasado ATE tomó el palacio municipal ante la falta de aumento salarial del entonces intendente Curetti, quien ya había perdido las elecciones. O esforzarse un poco más y acordar que el mismo gremio puso en jaque el interinato de Jabier Garcés paralizando el hospital por semanas, ocupando el Municipio también por posibles despidos de trabajadores. El gremio, con actores que hoy ya no están, lo dejó al borde de la renuncia.

Los días pasan. Nueve trabajadores no percibirán sus salarios de julio y los gremios practican un silencio tan perfecto como alarmante en los últimos 7 días. Los concejales, opositores y otros no tanto, parecen haberse puesto la pechera verde y han salido en su respaldo, haciendo por segunda vez un pedido de clemencia al intendente.

"En defensa y promoción de sus intereses" se desprende si resumimos la definición de Sindicato. Y allí quizás esté el eje de la cuestión. Los intereses de quienes comandan parecen no asimilarse  a los de aquellos a los que les quitaron la dignidad del trabajo.

No son los mismos intereses, ni tampoco igual los tiempos. Hace dos semanas dirigentes de ATE se sentaron frente a funcionarios municipales exigiendo respuestas y no las tuvieron. "Le damos una semana y si no hay respuestas vamos a tomar medidas", fue la voz en alto en las escalinatas ante miradas poco convencidas. La semana se consumió. La puerta de los despachos se volvieron a golpear y la respuesta fue idéntica. La voz se volvió a alzar de cara a los trabajadores y el plazo se volvió a extender. El jueves pasado se escuchó el último "la próxima semana.".

La realidad no permite vacaciones. Los gremios deben ser quienes defiendas los intereses de los trabajadores ¿Quién sino? Y que mayor interés que el de preservar el trabajo en un contexto económico adverso para las clases trabajadoras.

Llegaron las vacaciones para varios, menos para 9 personas. Muchos de ellos jefas de familia. Nada en sus legajos. ¿Error del pasado o falta real de elementos para tan drástica decisión? Sea cual fuere la respuesta no dejan de ser personas que se quedan sin trabajo, desprovistos por este tiempo de cualquier tipo de respaldo. Solos. A la deriva porque algunos parecen estar de vacaciones.

Responsable editorial: Elias Rodriguez Araujo - Director Señales.