Nada sorprende
Martes 19 de Julio de 2016
EDITORIAL.- No sorprende la moderna denuncia 3.0 de los concejales radicales. Tampoco su contenido. No sorprende que su figura se haya esfumado instantes después de hacer click hasta nuevo aviso. Tampoco el enojo, ni la inmediata reacción del mandamás maragato. No sorprende que algunos se rÃan por lo bajo y disfruten el momento. Nada sorprende.
"Compartimos ideas y valores fundamentales" fue la expresión de Guillermo Skrt en una confiterÃa céntrica al momento de fundar Unión por Patagones a mediados de marzo de 2015. Sentado a su lado estaban Gerardo Bari, Stella Fibiger y José Luis Zara. Asà nacÃa el frente electoral para terminar con 16 años de hegemonÃa Curettista. Casi 2 meses después el Radicalismo, hundido en una de las mayores crisis del partido a nivel local en los últimos años, se agarró del salvavidas y se subió. "La lista contiene a las mejores personas", dijo Zara.
ParecÃa no haber fisuras. Discursos de pluralidad, pedidos de disculpas puertas adentro por diferencias del pasado, fotos impensadas, bolsillos grandes para guardar convicciones, hicieron de este frente un bloque que arrasó con un oficialismo inmerso en una seguidilla de errores, decisiones equivocas de Curetti y una confianza insustentable que lo hizo perder el poder.
Más de la mitad del pueblo apoyó la idea del cambio. Le abrió las puertas y le entregó el poder a una confluencia de partidos polÃticos que sólo prescindÃa de FpV y el Frente Renovador.
El contexto resumido anteriormente explica la llegada. A ésta le sucedieron 7 meses hasta hoy, en un escenario donde Zara lucia como Tom Hanks en Náufrago en los primeros tiempos. Parte del radicalismo fue el primero en cansarse y ver en su soledad e inexperiencia un hueco para conseguir algo de poder, esquivo en los últimos años con los constantes reveces electorales en las oportunidades que propusieron candidatos.
Pedidos de informes al Ejecutivo, proyectos de ordenanza de transparencia para "blanquear" cuánto cobra cada funcionario y constantes pedidos públicos de cargos en la abultada planta de funcionarios, fueron algunas de las herramientas del radicalismo para preparar el escenario.
Un brazo peronista del conglomerado no quiso perderse lo que parecÃa ser un todos contra todos en los primeros meses. Tomó impulso y desde el Concejo marcó sus diferencias en varias expresiones públicas del kirchnerista Gerardo Bari y Guillermo Skrt. Y esto molestó de sobremanera al que manejaba el poder.
Desconfiado y con pocas ganas de prestar el poder siquiera por dÃas, no pudo evitar participar una semana de un taller sobre medio ambiente en Uruguay y relajar la mente en medio de tanta interna luego de un 2015 casi completo de campaña. El intento de hacer notar lo menos posible el interinato del concejal kirchnerista fue en vano. Éste se mostró activo en 5 dÃas en el sillón y a la vuelta marcó nuevamente diferencias por los despedidos del estado municipal.
Quienes por ahora muestran fidelidad y mantienen su lÃnea son los referentes que integran el otro brazo peronista de la fusión y el Vecinalismo, ambos sectores con mucho poder dentro del gobierno. La tensa calma asombra.
Por otro lado, la interna oficialista les extendió las vacaciones a los concejales opositores. Casi como espectadores de lujo de un desenlace anunciado, aunque anticipado, les alcanzó con pedir explicaciones sobre supuestas irregularidades en la faz económica de la fiesta luego de que se haga público y repudiar los despidos de empleados municipales. El resto lo hicieron los demás.
Muchos fueron los frentes que se le abrieron a Zara. Lo esperaba. Él lo sabÃa desde el primer dÃa, como lo sabÃan todos. No lo sorprende. Y eligió. Cortó por el lado más fácil, un hombre con poca experiencia que puede reemplazar. "Apriete" o "amenaza" son moneda corriente en polÃtica. Para suavizar, "advertencia" puede considerarse un buen sinónimo. Lo claro es que mandó un mensaje: el que no esté en sintonÃa, que no esté.
Responsable editorial: Elias Rodriguez Araujo - Director Señales.
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